preocupado por los excursionistas que con las mejores intenciones le daban chisitos a sus caballos un granjero colocó el siguiente cartel:
"por favor no le den chisitos a los caballos
firmado:el propietario"
al día siguiente debajo de ese cartel aparecio otro:
"no le crean nada al propietario
firmado:los caballos"